miércoles, 26 de junio de 2013

@Snowfey recuerda a las mentirosillas (2×01)

Ahora que se ha terminado la segunda temporada de Pretty Little Liars, ¿qué tal si la recordamos?
En un “previously on…” en el que pasan más cosas que en una fiesta organizada por Alan el de Resacón en Las Vegas, somos testigos de como Ian intenta matar a Spencer en lo alto de un campanario, siendo él quien acaba defenestrado por una misteriosa figura, presumiblemente A. Coño, Ian, ¿no has visto Vértigo? Nada bueno puede salir de subir a un campanario, parece mentira.
Tener más mala suerte al caerte de un campanario que los de Destino final.
Por si todo esto no fuera suficientemente inquietante, al llegar la policía, el cadáver ya no está. ¿Es que Ian tiene complejo de Michael Myers? ¡No! En efecto, lo han adivinado: A ha tenido tiempo de tirarlo por el campanario y llevárselo sin que nadie se diera cuenta. Que a mi esto me hace pensar que, o bien que la policía en Rosewood es lenta de cojones, o A tiene el poder de la invisibilidad, y fuerza y rapidez sobrehumana. No descartemos que A pueda ser Chuck Norris.
Ya en el capítulo propiamente dicho, las mentirosillas están en la escena del crimen preocupadas con la desaparición del cuerpo de Ian. ¿Es que no está muerto? ¿Spencer le da a las drogas duras y lo ha imaginado todo? Y por si eso fuera poco, les entra la paranoia porque es muy probable que A esté vigilándolas. Que no quiero contradecirlas, pero si A tiene tiempo de matarlo, esconderlo, y volver para estar pendiente de ellas, en efecto, debe ser Chuck Norris o Superman, como poco.
A la mañana siguiente están todas en casa de Spencer. ¿Qué mejor momento para organizar una fiesta de pijamas que la noche de la trágica muerte de tu cuñado? Nuestras queridas amigas se preguntan qué querrá A a cambio de haber salvado a Spencer, que gratis se murió hace tiempo.
Ezra le pide a Aria que le hable sobre el incidente de Ian. Pero Aria se pone en plan mujer, y no quiere contarle. Y además tiene unos pendientes muy feos. Sospecho que Lucy Hale le robó el novio a la encargada de vestuario de la serie, o algo.
Aria y su buen gusto para los pendientes.
Durante la terapia, a la que los padres de todas las obligan a ir, dudan si hablarle a la psiquiatra sobre A, pero justo entonces les suena a todas el móvil, y les entra el canguelo. Pero no, no era A, ni siquiera Movistar ofreciéndoles ADSL a mitad de precio, eran sus madres, que por lo visto sincronizaron los relojes para enviarles un sms a la vez. ¿Por qué las obligan a ir a terapia?, se preguntarán. Pues porque creen que se inventaron lo de Ian. A mi me parece un poco excesivo pensar que a las cuatro se le sincronizó la perturbación mental, como si fuera la menstruación, pero ellos sabrán.
Al salir del despacho de la psiquiatra, leen en la portada del importante periódico Rosewood Observer que el coche de Ian ha sido encontrado en la estación de tren, lo que hace suponer que ha huido, así que ellas quedan como unas little liars. Eso sí, divinísimas en la portada del periódico. Justo entonces les llega un sms de A, porque es así de omnisciente, y sabe hasta cuando leen la prensa.
"Tía, ¡que salimos en las noticias!"
Aria está saliendo de casa de Ezra (aquí está de nuevo la omnisciencia de A), y le llega un sms con una foto de la casa del profesor, en plan “MUAJAJAJA HE ESTADO AQUÍ Y ME HE LLEVADO ALGO. -A”. Mira debajo del felpudo de la puerta y, por supuesto, la llave no está. Es que, ¿a quién se le ocurre dejar la llave ahí? Que ya todos hemos visto muchas películas y sabemos que la llave de repuesto siempre se guarda ahí.
Este desagradable incidente hace que Aria convenza a sus amigas de la necesidad de hablarle a la psiquiatra sobre A. Pero justo cuando se lo van a contar, se dan cuenta de que en la estantería del despacho alguien ha colocado un diploma de Ezra. En efecto, A hace algo que impulsa a Aria a querer desvelar el secreto de A, pero ese mismo acto fue llevado a cabo por A para evitar que hablen sobre ella/él. Es muy como lo de Kyle Reese y Sarah Connor en Terminator.
Spencer oye que suena el móvil de su hermana. ¿Y qué hace? Leer el sms, claro. La intimidad está sobrevalorada. Es un mensaje de un número desconocido, que podría ser Ian. Ella les envía  un sms a todas con el texto “S.O.S”, y ya sólo con eso salen a hurtadillas de sus casas en pijama, y se reúnen en un invernadero la mar de creepy. Hanna, que es rubia, pero a veces piensa, dice que la única manera de saber si es Ian es contestar al sms. Spencer le hace una pregunta que sólo Ian podría saber, y él la contesta. OMG, ¡¿es posible que sea Ian que ha vuelto de entre los muertos?!
"Ay, que sustico, ¡que el Ian no está muerto!"